Este tipo de declaraciones de sectores fundamentalistas israelíes que mezclan
la religión con la política no constituyen ningubna novedad y son similares a
las posturas y declaraciones del nuevo y pseudo Estado Islámico que predica la
muerte de sus adversarios y enemigos que no son más que aquellos que piensan
distinto política o religiosamente.
Un bloguero judío buscó en Twitter la palabra clave 'aravim', que significa
“árabe” en hebreo, y publicó que encontró una inmensa lista de mensajes
xenófobos, ultraderechistas, sionistas y antiárabes escritos por jóvenes judíos
israelíes. La gran mayoría de ellos fueron publicados por chicas jóvenes, en su
mayoría adolescentes, posando en sensuales 'selfies' mostrando los labios de
manera provocativa junto a textos de índole violenta y beligerante contra árabes
y palestinos.
El Rabino Ovadia Yosef, líder del partido Shas, fallecido el año 2013, llamó
a golpear fuerte y con gusto a los árabes, con misiles y dijo que Dios los
destruirá y los hará desaparecer. Los propios portavoces de este partido
dijeron: "Si nos sinceramos, sabemos que la mayoría de los israelíes pensamos
así, y nuestro rabino se anima a decir las cosas sin pelos en la lengua."
Antes llamó a los palestinos "serpientes, malditos, malvados." Afirmó que
Dios se arrepintió de crearlos. Está "prohibido ser misericordioso con ellos,”
enseñó. "Usted debe enviar misiles a ellos y aniquilarlos." "Ellos son malos y
condenables.” Él considera el Katrina la ira de Dios contra los Negros sin Dios.
Afirma que Dios dijo "traigamos un tsunami y ahoguémoslos." Comparaba los
no-judíos a los animales de granja. Sólo son aptos para servir a judíos, dijo.
En el 2010, le pidió a Dios golpear a los palestinos con una plaga. Estas
"personas malvadas deberían perecer de esta tierra,” dijo. (Clarin 10/4/2004)
Shmuel Eliyahu, rabino mayor de la ciudad de Tzfat, en Palestina Ocupada dijo
12/11/10 que "Si los musulmanes conocieran los fundamentos de su propia religión
se darían cuenta de que Dios ha dado la Tierra de Israel al pueblo judío".
Shmuel Eliyahu es hijo de Gran Rabino de Israel, Mordechai Eliyahu, que juntos
llevaron a cabo una campaña para impedir el alquiler de viviendas a los árabes
en el norte de Palestina Ocupadaargumentando que "es lógico que no querremos que
se les alquilen viviendas a estos árabes, no podemos aceptar que vivan entre
nosotros. Los árabes son un problema y cuanto más lejos mejor".
"Si matar a 100 árabes no es suficiente, entonces hay que matar a 1000. Y si
eso no es suficiente, entonces deberemos matar a 10.000, y 100.000 o un millón,
a los que haga falta para detenerlos", dijo el "religioso" Shmuel Eliyahu. (ver
prensajudia.com)
Dos rabinos radicales justifican en un libro editado el año 2009 los
asesinatos de gentiles.
El libro Torat ha-Melej (El Pentateuco del rey), una compilación de
fragmentos bíblicos y talmúdicos comentados por dos rabinos, donde se justifica,
mediante textos religiosos, que los judíos maten a los gentiles (no judíos), y
también a sus hijos si sospechan que cuando crezcan serán malvados. Los
ejemplares de Torat ha-Melej se destacan las escuelas rabínicas de Israel.
Los autores son los rabinos Yitzhak Shapira y Yosef Elitzur. El primero
dirige la escuela rabínica que hay en la colonia judía de Yitzhar, cerca de
Nablus, en el norte de Cisjordania. Antiguo alumno de Merkaz ha-Rav, no es la
primera vez que Shapira justifica que los judíos den muerte a los gentiles al
margen del combate, aunque sí es la primera que defiende públicamente el
asesinato de niños palestinos inocentes. Por su parte, Elitzur es hijo de otro
rabino que enseña en Merkaz ha-Rav.
El libro justifica el asesinato de niños palestinos "si está claro que cuando
crezcan, ellos nos harán daño a nosotros". "Está permitido causar daño a los
hijos de un líder para detener sus actividades malignas... y para presionarlo",
dicen los rabinos en Torat ha-Melej. "En la halajá (ley religiosa), hemos visto
que incluso a los hijos de los gentiles que no violan los siete mandamientos de
Noé se les puede matar porque en el futuro existiría [para nosotros] una amenaza
si se les educara para que sean gente malvada como sus padres".
El libro se distribuyó pocos días después de que se conociera la detención de
Yaakov Teitel, un judío de EEUU que emigró a Israel y que ha llevado a cabo
varios atentados desde su base en un asentamiento del norte de Cisjordania.
Teitel ha confesado ser autor del asesinato de dos palestinos y ha reconocido
que colocó una bomba que mutiló a un niño judío mesiánico, un grupo que cree que
Jesús es el Mesías.
En las 230 páginas de Torat ha-Melej se citan la Biblia, el Talmud y otros
textos rabínicos para argumentar que la vida de los gentiles tiene menos valor
que la de los judíos, y justificar la muerte de aquellos por el bien de estos.
Los rabinos Shapira y Elitzur sostienen que cada judío puede decidir por sí
mismo si debe matar a gentiles, así como si es necesario llevar a cabo actos de
venganza. "Uno no necesita una decisión de la nación para permitir que se
derrame la sangre de aquellos que pertenecen al imperio del mal. Los individuos
que son atacados por la soberanía del mal pueden vengarse".
Israel Shahak (1933 - 2001) explica en "el Fundamentalismo Judío en Israel"
su penetrante influencia destructiva en la política Israelí, los militares y la
sociedad. Dice que "cualquier apoyo a los derechos humanos para los no-Judíos
cuyos derechos están siendo violados por el “estado Judío” es tan engañoso como
el apoyo a los derechos humanos por un estalinista". Según Shahak : "Un Judío
quien asesina a un gentil es culpable sólo de un pecado en contra de las leyes
del cielo, no punibles por un tribunal. " No es "pecado en absoluto."
El Rabino Fundamentalista Abraham Kook (1865 - 1935) fue significativo. Dijo
que "la diferencia entre un alma Judía y las almas de los no-Judíos - todos
ellas en todos los niveles diferentes - es mayor y más profunda que la
diferencia entre el alma humana y las almas del ganado."
Su hijo, el Rabino Tzvi Yehuda Kook, fundó el movimiento extremista Gush
Emunim ("Bloque de los Fieles"). Su lema es "La Tierra de Israel, para el pueblo
de Israel, según la Torá de Israel."
Sus partidarios creen que Dios creó el mundo para los Judíos. Los demás son
seres inferiores. El Gran Israel pertenece a Judíos solo. Las guerras santas son
formas adecuadas para asegurarlo.
Kook fue el primer rabino jefe de Israel. Creía que los no-Judíos en Israel
"deben ser o bien sea esclavizados como portadores de agua y cortadores de
madera o desterrados o exterminados."
A 1973 un folleto de la IDF Mando Región Central refrendó la misma doctrina.
Su rabino dijo:
"Cuando nuestras fuerzas vienen a través de los civiles durante una guerra o
en la persecución o en una incursión, en tanto no hay certeza de que los civiles
son incapaces de dañar a nuestras fuerzas, entonces de acuerdo a la Halacha
ellos pueden e incluso deben ser asesinados."
"Bajo ninguna circunstancia debería confiarse en un Árabe, incluso si da
impresión de ser civilizado." "En guerra, cuando nuestras fuerzas asaltar al
enemigo se les permite y hasta ordena por la Halacha para matar incluso
buenos civiles. Es decir, los civiles quienes son ostensiblemente buenos.”
En 1996, el rabino Jasídico Lubavitch Yitzhak Ginsburg expresó la misma idea
, diciendo: "Si un Judío necesita un hígado, ¿puede tomar (uno procedente de) un
inocente no-Judío? La Torá probablemente permitiría eso.” "La vida Judía tiene
un valor infinito. Hay algo más santo y único sobre la vida Judía que de la vida
no-Judía.”
Durante la segunda Intifada, los portavoces del ejército israelí justificaban
matar niños Palestinos que lanzaban piedras . Afirmaron que "amenazaban la vida
humana."
Dov Lior es el rabino jefe de Hebrón y Kiryat Arba. Encabeza el Consejo de
Rabinos de Cisjordania que ellos llaman “Judea y Samaria”. Sus raíces son
jasídicas. Afirma "no hay tal cosa como civiles enemigos en tiempo de guerra. La
ley de nuestra Torá es tener compasión de nuestros soldados y salvarlos.” "Mil
vidas no-Judías no valen la uña de un Judío."
El rabino David Barsri llama a los Árabes "una plaga, un diablo, un desastre,
burros, y tenemos que preguntarnos por qué Dios no los creó para caminar a
cuatro patas. Bueno, la respuesta es que se necesitan para construir y limpiar.
"
Baruch Goldstein: Fundamentalista judío ultraortodoxo que el 25 de febrero de
1994 irrumpió en la mezquita de Ibrahim (Tumba de los Patriarcas, Hebrón) y
asesinó a tiros a 29 palestinos que oraban en el recinto e hirió a más de 120
antes de morir linchado cuando se le acabó la munición. Su tumba, erigida en la
colonia judía de Kyriat Arba, es actualmente un lugar de peregrinación para
muchos judíos que veneran a Goldstein como mártir del sionismo.
A finales del año pasado, el hijo del ex primer ministro israelí Ariel
Sharon, Gilad, dijo al Jerusalem Post que había que “arrasar todo Gaza”. Todo el
artículo era una llamada a destruir Gaza, a hacer como los norteamericanos en
Hiroshima y Nagasaki. ¿Es Gilad Sharon un “hecho aislado”?
Una gran parte de la sociedad israelí es extremadamente racista, neonazi,
partidaria de exterminar o expulsar a los palestinos de sus tierras y hogares
(que es lo que se está haciendo), porque ellos, los palestinos, los que llevan
siglos viviendo en Palestina, son los “verdaderos invasores” de la Tierra
Prometida, son “serpientes venenosas”, “cucarachas”, subhumanos, bárbaros,
“árabes”, a los que se puede maltratar, humillar, agredir, expulsar y matar, con
la bendición de Dios y de rabinos como Yosef.
Un ex ministro del Gobierno israelí, Rechavam Zeevy, pidió que se impusiese a
los palestinos que viven en Israel y que tienen nacionalidad israelí “la
obligación de llevar signos, carnés o marcas de color amarillo en la ropa, para
que puedan distinguirse de los israelíes”. Esto es lo que hicieron los nazis en
Alemania. Este mismo ministro explicó que la solución de Palestina “es expulsar
a los palestinos de ella y de esta forma podrán ayudar a preservar la limpieza
de la sangre judía”.
El actual ministro de relaciones exteriores y hoy, es el verdadero gobernante
de Israel, Avigdor Lieberman exigió lanzar bomba nuclear sobre Gaza. (diario
“Jerusalem Post). En 2002, defendió bombardear Teherán, y la presa egipcia de
Aswan, y Beirut, y asesinar a Arafat y aplastar Cisjordania. “No dejar piedra
sobre piedra... destruir todo”, reclamaba, incluidos objetivos civiles, como
centros comerciales, bancos o gasolineras.
Camisetas con frases como “Una bala dos muertos”, refiriéndose a disparar a
mujeres palestinas embarazadas, o como asesinar a chicos palestinos, son
llevadas con orgullo por los militares. Estudiantes de la Escuela de Herzliya
Hayovel, participando en un tiroteo en una base militar, en el que los objetivos
eran figuras vestidas con la kuffiyeh palestina, (Diario israelí Haaretz
03-abril-2011), etc., son prácticas habituales y rutinarias.
Según un informe en enero de 2011 en el mayor periódico israelí Yediot
Aharonot, maestros judíos en Israel señalaron que el racismo anti-árabe entre
los estudiantes judíos alcanza niveles alarmantes, y que propugnaban que se
matara a palestinos. Los maestros encontraron grafiti escrito en las paredes de
las escuelas e incluso en papeles de examen que decían “Muerte a los árabes”.
Según el informe, un estudiante en una escuela en Tel Aviv dijo a su maestro
durante la clase que su sueño era llegar a ser soldado para poder exterminar a
todos los árabes; varios estudiantes en su clase aplaudieron en su apoyo. Es, en
gran medida, el resultado directo del plan de estudios racista de las escuelas
israelíes con el que son adoctrinados regularmente los niños judíos.
A pesar que la gran mayoría de la sociedad israelí son inmigrantes
provenientes de lejanos países o regiones como Rusia, India, Etiopía, América
Latina, Europa, etc., y a pesar que todos ellos saben que se encuentran viviendo
en tierras y casas ajenas, cuyos verdaderos e históricos propietarios, han sido
expulsaos y hoy son refugiados, sin embargo, el fanatismo, no les permite ver
esta injusticia, y tampoco las atrocidades que sus militares llevan a cabo en
contra de los palestinos. Todo lo contrario, ellos se sienten (o han sido
convencidos) que son víctimas de estos “terroristas” que pretenden su
destrucción o eliminación.
La sociedad o el estado de Israel, no castiga estas acciones, todo lo
contrario, existe una especie de “premio social” a tales actitudes. De hecho,
miles de palestinos han sido asesinados, decenas de miles heridos, enormes daños
a propiedades y bienes palestinos, sin embargo, ni un solo israelí ha sido
sancionado. Sin embargo, decenas de miles de palestinos pasaron por cárceles
israelíes bajo diversas acusaciones. ¡Curiosamente, las víctimas son palestinos
y los castigados también!
Esta extraña mezcla de fanatismo tampoco les permite ver o escuchar las
críticas de sectores y organismos humanitarios y de defensa de los derechos
humanos, simplemente, son descalificados mediante burdas expresiones y
muletillas como, “antisemitas” o “antijudíos”. Esto es suficiente para
descalificar las criticas, denuncias o cual quiera opinión contraria al actuar
del estado de Israel.