La falsificación de la realidad La Argentina en el espacio geopolítico del terrorismo judío
Por Norberto Ceresole
Índice - Introducción - Capítulo 1º - Capítulo 2º - Capítulo 3º - Capítulo 4ºCapítulo 5º - Capítulo 6º - Capítulo 7º - Anexo al Capítulo 7º - Epílogo
Anexo documental - Capítulo 7
¿CUÁNTOS MUERTOS EN AUSCHWITZ?
Por Robert Faurisson
18 de diciembre de 1995
9.000.000 de personas, según el documental Nuit et Brouillard (1955), cuyos asesores históricos eran el historiador Henri Michel y la historiadora Olga Wormser (1).
8.000.000 de personas, según la Oficina francesa de investigación de crímenes de guerra y el Servicio francés de información de crímenes de guerra (1945) (2).
7.000.000 de personas, según Raphaël Feigelson (1945) (3).
6.000.000 de judíos, según Tibère Kremer, autor del prefacio de Miklos Nyiszli (1951) (4).
5.000.000 a 5.500.000 personas, según Bernard Czardybon, (¿1945?) según confesiones atribuidas a las SS y según el periódico Le Monde (1978), que añadía: "de las que el 90% eran judíos" (5).
4.500.000 según Henryk Mandelbaum (1945) (6).
4.000.000 de personas, según un documento soviético al cual el Tribunal de Nuremberg dio el valor de "prueba auténtica". Esta cifra fue inscrita diecinueve veces, con un comentario en otras tantas lenguas diferentes, sobre el monumento de Auschwitz-Birkenau. Fue repetida por un número considerable de personas, entre ellas el historiador polaco Franciszek Piper. Será declarada falsa en 1990 y reemplazada, sobre el monumento, en 1995, por la cifra de 1.500.000 con el acuerdo del mismo Franciszek Piper, para el cual esta cifra es un máximo, mientras que la cifra mínima es de 1.100.000. Según Miriam Novitch (1967), de los 4.000.000 de muertos, 2.700.000 eran judíos. Según el rabino Moshe Weiss (1991), más de 4.000.000 de personas murieron en Auschwitz, de las cuales 3.000.000 eran judíos (7).
3.500.000 personas, según el abogado de un acusado alemán en el proceso de Nuremberg (1946) y según el Dictionnaire de la langue française publicado por Hachette (1991). Según Claude Lanzmann (1980), hubo 3.500.000 gaseados, de los cuales el 95% eran judíos, así como muchos otros muertos (8).
3.000.000 de personas hasta el 1 de diciembre de 1943, según una confesión arrancada a Rudolf Höss (1946), ex comandante de Auschwitz (9).
3.000.000 de judíos gaseados, según David Susskind (1986) y según Heritage, el más importante semanario judío californiano (10).
2.500.000 de personas, según Rudolf Vrba para el proceso Eichmann (1961) (11).
2.000.000 (?) a 4.000.000 (?), según el historiador Yehuda Bauer (1982) (12).
2.000.000 a 3.000.000 de judíos muertos así como millares de no judíos, según una confesión atribuida a un responsable SS, según Pery Broad (13).
2.000.000 a 2.500.000 de personas muertas, según una confesión atribuida a un médico de las SS, el Dr.Friedrich Entress (¿1945?) (14).
2.000.000 de personas, según el historiador Léon Poliakov (1951).
2.000.000 de judíos gaseados, según el historiador Georges Wellers (1973) y según la historiadora Lucy Dawidowicz (1975) (15).
1.600.000 de personas, según el historiador Yehuda Bauer (1989), de las cuales 1.352.980 eran judíos(16); (esta última cifra es de Georges Wellers, 1983).
1.500.000 personas: esta cifra, escogida por Lech Walesa, reemplazó, en 1995, sobre el monumento de Birkenau, aquella de 4.000.000 que había sido retirada en 1990 (17).
1.471.595 personas, de las cuales 1.352.980 judíos, según el historiador Georges Wellers (1983) (18).
1.250.000 personas aproximadamente, de las cuales 1.000.000 de judíos asesinados y más de 250.000 no judíos muertos, según el historiador Raul Hillberg (1985) (19).
1.100.000 a 1.500.000 de personas, según los historiadores Yisrael Gutman, Michael Berenbaum et Franciszek Piper (1994) (20).
1.000.000 de personas, según Jean-Claude Pressac (1989) y según el Dictionnaire des noms propres publicado por Hachette (1992) (21).
800.000 a 900.000 personas, según el historiador Gerald Reitlinger (1953) (22).
775.000 a 800.000 personas, según Jean-Claude Pressac (1993), de los cuales 630.000 fueron judíos gaseados (23).
630.000 a 710.000 personas, según Jean-Claude Pressac (1994), de los cuales de 470.000 a 550.000 fueron judíos gaseados (24).
Que yo sepa, esta última estimación (de 630.000 a 710.000 personas) es la más baja que hayan facilitado nunca aquellos que creen en el exterminio físico de los judíos. Se dice a veces que en 1946/1947 las autoridades judiciales polacas admitieron la cifra de 300.000 muertos. Es un error. Estas autoridades estimaron un total de muertos de 300.000 personas registradas a su llegada al campo, pero a esta cifra le añadieron la de 3.000.000 a 4.000.000 de personas no registradas (25). Durante más de cuarenta años, las autoridades soviéticas, polacas y de la República Federal de Alemania se mostraron muy discretas sobre la existencia de registros mortuorios (Sterbebücher) que habían sido llevados durante la guerra por las autoridades del campo de Auschwitz. Bajo la presión de los revisionistas (Robert Faurisson y Ernst Zündel), particularmente en los dos procesos Zündel (Toronto, 1985 y 1988), estas autoridades acabaron por hacer revelaciones sobre estos registros a partir de 1989. Afirman no haber encontrado registros más que para el período del 29 de julio de 1941 al 31 de diciembre de 1943, no sin algunas lagunas. Como el campo fue abierto el 20 de mayo de 1940 y los alemanes lo evacuaron hacia el 18 de enero de 1945, este período representa un poco más de la mitad de la duración de la existencia del campo bajo su autoridad. Los registros encontrados ascienden, parece, al número de 51 y recogerían 68.864 fallecimientos (y no 74.000, como se ha dicho por ciertos periodistas) (26).
Los partidarios de la versión oficial del "Holocausto" han experimentado cierto malestar ante la necesidad, impuesta por los revisionistas, de revisar a la baja, en parecidas proporciones, el número de muertos de Auschwitz. ¿Cómo explicar que, en el proceso de Nuremberg (1945-1946), tal impostura haya sido considerada de entrada como provista de valor de "prueba auténtica" gracias al artículo 21 del estatuto de este tribunal? ¿Cómo explicar que, durante decenas de años, se haya dejado esta cifra falaz de 4.000.000, repetida diecinueve veces en diecinueve lenguas, sobre el monumento de Auschwitz-Birkenau? ¿Cómo explicar que, durante incalculables ceremonias oficiales, se haya pedido a tantos grandes de este mundo, incluso al Papa Juan Pablo II, que vinieran a inclinarse ante tal invención de charlatanes? ¿Cómo explicar que en 1990 Francia se haya dotado de un artículo de ley antirrevisionista que prohibe discutir los "crímenes contra la humanidad" tales como los descritos y evaluados por el tribunal de Nuremberg? Y después, ¿cómo preservar de toda revisión la cifra de 5.100.000 (R.Hillberg) a 6.000.000 de judíos muertos durante toda la guerra, si es preciso revisar en tal proporción la cifra de muertos de Auschwitz? Hoy, los judíos explican que los polacos, y ellos solos, habrían inventado la mentira de los 4.000.000 de Auschwitz. ¡Animados a la vez por el antisemitismo y por el orgullo nacionalista, los polacos habrían añadido a los cerca de 1.500.000 muertos judíos alrededor de 2.500.000 muertos polacos u otros! (27).
Esta explicación no es más que un artificio. La verdad es que, desde el fin de la guerra, no sólo los judíos comunistas, sino también las autoridades judiciales de Polonia habían repetido que la mayoría de los muertos de Auschwitz era judía. En Cracovia, en 1946-1947, a propósito del caso de Rudolf Höss, tanto el juez de instrucción como la acusación habían concluido que, además de algunos centenares de miles de muertos "registrados", hubo en Auschwitz sea 4.000.000, sea al menos 2.500.000 muertos, "la mayoría de ellos judíos" (28). Durante el invierno 1963-1964, fue construido un monumento específico en memoria de los "millones de judíos, mártires y combatientes" exterminados en este campo; la inscripción estaba en polaco, en yiddish y en hebreo (29).
Añadamos por fin que, para los historiadores del "Holocausto", la mayor parte de los judíos de Auschwitz habrían sido asesinados por medio de un insecticida: el ZyklonB.
Para Arthur R.Butz y para otros revisionistas, el número total de muertos en Auschwitz debió de elevarse a alrededor de 150.000, de los cuales alrededor de 100.000 eran judíos (30). Para ellos, la mayor parte de los judíos no fueron asesinados, sino que murieron, sobre todo a causa de las epidemias de tifus. Los revisionistas advierten que, si los alemanes hubiesen dispuesto de mayores cantidades del insecticida ZyklonB, precisamente para combatir estas epidemias, habrían muerto menos personas en Auschwitz, no solamente entre los judíos, los polacos, los rusos y otros detenidos, sino también entre los médicos, los funcionarios y los guardianes alemanes.
RESUMEN Y CONCLUSIONES Según los historiadores oficiales (aquellos a los que protegen las leyes de la República francesa y el poder mediático), este número varía entre 9.000.000 (es la cifra de Nuit et Brouillard, la película impuesta desde 1955 a todos los colegiales de Francia) a un número comprendido entre 630.000 a 710.000 (es la cifra de un autor recientemente publicado por el Centro Nacional de Investigación Científica -CNRF- de Francia); según estos historiadores, estas personas habrían sido, en su mayor parte, víctimas de una política de exterminio físico. Pero, según los autores revisionistas, el número de muertos sería de 150.000, en su mayor parte víctimas de epidemias diversas y, en particular, del tifus. Bajo la influencia de los autores revisionistas, los historiadores oficiales han llegado a practicar tan importantes revisiones a la baja que no se comprende con qué derecho se podría continuar imponiendo en Francia, por la fuerza de la ley, tal o cual cifra. Por sí mismas, las dos inscripciones oficiales expuestas sucesivamente sobre el monumento de Auschwitz-Birkenau, primero hasta 1990, después a partir de 1995, toman hoy, sin que se haya querido, valor de advertencia: recuerdan que, ni en la historia ni en nada, debería existir verdad oficial.
Inscripción sobre el monumento de Auschwitz-Birkenau hasta el 3 de abril de 1990:
"AQUÍ, DE 1940 A 1945, 4 MILLONES DE HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS FUERON TORTURADOS Y ASESINADOS POR LOS GENOCIDAS HITLERIANOS".(*)
Inscripción sobre el mismo monumento a partir de 1995:
"QUE ESTE LUGAR DONDE LOS NAZIS ASESINARON UN MILLÓN Y MEDIO DE HOMBRES, MUJERES Y NIÑOS, EN SU MAYORÍA JUDÍOS DE DIVERSOS PAÍSES DE EUROPA, SEA PARA SIEMPRE PARA LA HUMANIDAD UN GRITO DE DESESPERACIÓN Y DE ADVERTENCIA".
N.B. Este estudio no constituye más que un esbozo de las respuestas dadas o impuestas a la pregunta; "¿Cuántos muertos en Auschwitz?" Sería fácil dar millares de otras referencias. La dificultad del trabajo radica, en cambio, en que, según los casos, las evaluaciones pueden referirse a categorías de muertos muy diferentes: en tal caso, se evalúa el número de "matados", de "gaseados", de "judíos" y, en tal otro caso, se habla de "muertos", de "víctimas" y no se distingue a los "judíos" de los "no judíos". Algunas veces también las evaluaciones no valen más que para un período limitado. Por mi parte, he evitado toda extrapolación numérica a partir de una cifra dada para un corto período de la vida del campo de Auschwitz.
Entre los historiadores que sostienen la tesis según la cual Auschwitz habría sido un campo de exterminio, los principales estudios sobre el número de muertos en este campo son, respectivamente, los del francés Georges Wellers, publicados en 1983 y 1990, y los del polaco Franciszek Piper, publicados en 1991, 1992 y 1994.
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G.Wellers, "Essai de détermination du nombre des morts au camp d'Auschwitz", Le Monde juif, octubre-diciembre de 1983, p.127-159;
Id., "A propos du nombre de morts au camp d'Auschwitz", Le Monde juif, octubre-diciembre de 1990, p.187-195;
F.Piper, "Estimating the Number of Deportees to and Victims of the Auschwitz-Birkenau Camp", Jerusalem, Yad Vashem Studies, XXI (1991), p.49-103.
Este último estudio, corregido y aumentado, ha sido publicado en forma de folleto en lengua inglesa impreso en Polonia: Auschwitz/ How Many Perished/ Jews, Poles, Gypsies, [completed reprint], Printed in Poland by Poligrafia ITS, 30-306,Krakow, 1992, 68p.
También se puede consultar:
"The Number of Victims", en Yisrael Gutman and Michael Berenbaum, Anatomy of the Auschwitz Death Camp, published in association with the United States Holocaust Memorial Museum, Bloomington e Indianapolis, Indiana University Press, 1994, p.61-80.
De estos cinco estudios, los más interesantes son, para G.Wellers, el de 1983 y, para F.Piper, el de 1992, o sea, de manera abreviada [más adelante]: "G. Wellers, op. cit., 1983" y "F.Piper, op. cit., 1992". Los dos autores proceden al recuerdo "doloroso para ellos" de los "errores" cometidos en el pasado en cuanto al número de muertos en Auschwitz. A este respecto, recomiendo la lectura de G. Wellers, op. cit., 1983, p.138-139, y la de F. Piper, op. cit., 1992, p.5-16. Nada muestra mejor que estas páginas hasta qué punto, sobre este tema tan grave del número de muertos, se ha ido hasta las peores fantasías.
AUSCHWITZ: LOS HECHOS Y LA LEYENDA
por Robert Faurisson
Auschwitz, faits et légendes (11 de enero 1995)
A comienzos de 1940, Auschwitz no era todavía más que una ciudad de la Alta Silesia alemana, habitada por 13.000 habitantes. En mayo de 1940, en las afueras de Auschwitz comenzó a edificarse, sobre el emplazamiento de un cuartel de artillería del ejercito polaco, un "campo de tránsito" para 10.000 detenidos polacos. En los años siguientes, con el agravamiento de la guerra, Auschwitz se convirtió en el centro de un conjunto de cerca de cuarenta campos y subcampos y la capital de un enorme complejo agrícola e industrial (minas, petroquímica, fábricas de armamento...) donde trabajaban numerosos detenidos, polacos y judíos en particular, junto a trabajadores civiles. Auschwitz fue, a la vez o sucesivamente, un campo de prisioneros de guerra, un vasto campo de tránsito, un campo-hospital, un campo de concentración y un campo de trabajos forzados y de trabajo libre. No fue nunca un "campo de exterminio" (expresión inventada por los Aliados). A pesar de las drásticas medidas de higiene y de la multiplicidad de los edificios y de los barracones hospitalarios, a veces provistos de los últimos perfeccionamientos de la ciencia médica alemana, el tifus, que era endémico en la población judía polaca y entre los prisioneros de guerra rusos, causó, con la fiebre tifoidea y otras epidemias, estragos en los campos y en la ciudad de Auschwitz, en el seno de la población concentracionaria, incluso entre los médicos alemanes, y en la población civil. Es así como, durante toda la existencia del campo, estas epidemias, aliadas, para algunos, a terribles condiciones de trabajo en esta zona pantanosa, al hambre, al calor y al frío, causaron, del 20 de mayo de 1940 al 18 de enero de 1945, la muerte de probablemente 150.000 detenidos (1).
El rumor de Auschwitz Como es normal en tiempos de guerra y de propaganda de guerra, se desarrollaron múltiples rumores a partir de estos hechos dramáticos. Sobre todo hacia el final de la guerra y especialmente en los medios judíos en el exterior de Polonia, se dijo que los alemanes mataban en Auschwitz a millones de detenidos de manera sistemática, apoyados en una orden recibida de Berlín. Según estos rumores, los nazis habían instalado "fábricas de la muerte", especialmente para los judíos; disecaban a los detenidos vivos (vivisección) o bien los quemaban vivos (en fosas, en altos hornos o en crematorios); o también, antes de quemarlos, gaseaban a los judíos en mataderos químicos llamados "cámaras de gas". Se encuentran aquí ciertos mitos de la primera guerra mundial (2).
El apuro de los liberadores soviéticos Los soviéticos ocuparon Auschwitz el 27 enero 1945. Lo que descubrieron era totalmente lo contrario a lo que propalaba la propaganda. Se puede decir que se quedaron boquiabiertos. Por su organización misma y por sus instalaciones sanitarias, tan modernas a los ojos de los soviéticos, este campo era todo lo contrario de un "campo de exterminio". También durante varios días, Pravda permaneció silencioso y, en ese momento, ninguna comisión de investigación aliada fue invitada a ir para constatar sobre el terreno la verdad de Auschwitz. Por fin, el 1 de febrero, Pravda salió de su silencio. No fue más que para poner en la boca de un prisionero, y de uno solo, las palabras siguientes:
"Los hitlerianos mataban por medio de gas a los niños, a los enfermos, así como a los hombres y mujeres no aptos para el trabajo. Incineraban los cadáveres en hornos especiales. En el campo había doce de estos hornos".
Se añadía que el número de muertos se evaluaba en "millares y millares" y no en millones. A1 día siguiente, el gran reportero oficial del diario, el judío Boris Polevoi, afirmó que el medio esencial utilizado por los alemanes para exterminar a sus víctimas era... la electricidad.
"Se utilizaba una cadena eléctrica donde centenares de personas eran muertas simultáneamente por una corriente eléctrica; los cadáveres caían sobre una cinta lentamente movida por una cadena y avanzaban hacia un alto horno".
La propaganda soviética estaba desconcertada y pudo mostrar solamente en sus películas las personas muertas o moribundas que los alemanes, en retirada, habían dejado sobre el terreno. Había también, como muestran los noticiarios de la época sobre la liberación del campo, numerosos niños vivos así como adultos con buena salud. La propaganda judía vino entonces en socorro de la propaganda soviética.
La propaganda judía a finales de 1944 En la primavera de 1944, dos judíos evadidos de Auschwitz se habían refugiado en Eslovaquia. Allí, con ayuda de correligionarios, comenzaron a poner a punto una historia de los campos de Auschwitz, de Birkenau (campo anejo a Auschwitz) y de Majdanek, descritos por ellos como "campos de exterminio". El más conocido de estos judíos era Walter Rosemberg, alias Rudolf Vrba, que vive todavía hoy en Canadá. Su relato, altamente fantasioso, pasó enseguida, siempre en medios judíos, a Hungría, a Suiza y, por fin, a los Estados Unidos. Tomó la forma de un informe mecanografiado publicado por el "War Refugee Board" en noviembre de 1944, con el sello de la presidencia de los Estados Unidos; el War Refugee Board debía su creación a Henry Morgenthau Junior (1891-1967), secretario del Tesoro, que iba a hacerse célebre por el "Plan Morgenthau" que, si hubiese sido seguido por Roosevelt y Truman, habría conducido al aniquilamiento físico, después de la guerra, de millones de alemanes.
Este informe sirvió de matriz a la "verdad" oficial de Auschwitz. Los soviéticos se inspiraron en él para su documento URSS-008 del 6 de mayo de 1945 al que, en el Proceso de Nuremberg, se otorgó, como a su informe sobre Katyn, el estatuto de documento "de valor autentico", que estaba prohibido discutir. Según este documento, los alemanes habían matado en Auschwitz a más de 4.000.000 de personas, especialmente gaseándolas con el insecticida llamado "Zyklon B". Esta "verdad" oficial iba a hundirse en 1990.
La confesión de Rudolf Höss El 15 de abril de 1946, uno de los tres comandantes sucesivos de Auschwitz, Rudolf Höss (no confundir con Rudolf Hess) "confesó" bajo juramento, ante sus jueces y ante los periodistas del mundo entero, que, en el tiempo de su mando, es decir del 20 de mayo de 1940 al 1 de diciembre de 1943, al menos 2.000.500 detenidos de Auschwitz habían sido ejecutados por el gas y que al menos otros 500.000 habían sucumbido de hambre y enfermedades, lo que hacía un total de al menos 3.000.000 de muertos sólo durante este período. En ningún momento, R. Höss fue interrogado o contrainterrogado sobre la materialidad de los hechos extraordinarios de los que informaba. Fue entregado a los polacos. Bajo la vigilancia de sus carceleros comunistas, redactó con lápiz una confesión en buena y debida forma. Tras lo que fue colgado en Auschwitz el 16 abril 1947. Curiosamente, hubo que esperar hasta 1958 para tener comunicación, parcial, de esta confesión, conocida por el gran público con el título de "Comandante de Auschwitz".
Imposibilidades fisicoquímicas La descripción, extremadamente vaga y rápida, de la operación de gaseamiento de los detenidos, tal como la relata R. Höss en su confesión escrita, era imposible por razones de física y de química. No hay que confundir un gaseamiento de ejecución con un gaseamiento suicida o accidental: ¡en un gaseamiento de ejecución se quiere matar sin ser muerto!
El Zyklon B es un insecticida a base de ácido cianhídrico, utilizado desde 1922 hasta el día de hoy. Es de una gran peligrosidad. Se adhiere a las superficies. Es difícil de evacuar. Es explosivo. Los americanos utilizan el gas cianhídrico para la ejecución, en ciertos Estados, de sus condenados a muerte. Una cámara de gas de ejecución es necesariamente muy sofisticada y el procedimiento es largo y peligroso. Ahora bien, R. Höss, en su confesión, decía que el equipo encargado de extraer los cadáveres de una cámara de gas, penetraba en los lugares desde la puesta en marcha de un ventilador y procedía a esta tarea hercúlea, comiendo y fumando, es decir, si se ha entendido bien, sin incluso una máscara antigás. Imposible. Nadie habría podido penetrar así en un océano de ácido cianhídrico para manipular allí millares de cadáveres intoxicados con cianuro, ellos mismos convertidos en intocables al estar impregnados de un violento veneno que mata por contacto. Incluso con máscaras antigás con filtro especial para el ácido cianhídrico, la tarea habría sido imposible, pues estos filtros no podían resistir en caso de respiración profunda debida a un esfuerzo físico, incluso de débil intensidad.
Una respuesta de 34 historiadores En Le Monde del 29 de diciembre de 1978 y del 16 de enero de 1979, yo expuse brevemente las razones por las cuales, conociendo los lugares y el pretendido procedimiento seguido, estimaba que los gaseamientos de Auschwitz eran técnicamente imposibles. El 21 de febrero de 1979, también en Le Monde, apareció una declaración de 34 historiadores que concluía así: "No hace falta preguntarse cómo, técnicamente, tal crimen en masa ha sido posible. Ha sido posible técnicamente porque ha tenido lugar". En mi opinión, los "exterminacionistas", como yo los llamo, firmaban una capitulación incondicional. En el plano de la ciencia y de la historia, el mito de las cámaras de gas acababa de recibir un golpe fatal. Desde esta fecha, ninguna obra exterminacionista ha venido a aportar aclaraciones sobre este punto, y sobre todo no la de Jean-Claude Pressac, falazmente titulada Auschwitz: Technique and Operation of the Gas Chambers (3). Para comenzar, ha acabado el tiempo en que los historiadores osaban decirnos que era auténtica tal cámara de gas presentada a los turistas como "en estado original", "en reconstitución" o "en estado de ruina" (las ruinas pueden ser parlantes). Las pretendidas cámaras de gas de Auschwitz no eran más que cámaras frías para la conservación de cadáveres en espera de su cremación, tal como lo atestiguan los planos que descubrí en 1976.
Muéstrenme o dibújenme... En marzo de 1992, yo lanzaba en Estocolmo un desafío de alcance internacional: "¡Muéstrenme o dibújenme una cámara de gas nazi!" Precisaba que no estaba interesado en un edificio que supuestamente contenía una tal cámara de gas, ni en una pared, ni en una puerta, ni en cabellos, ni en calzado. Yo quería una representación completa del arma del crimen, de su técnica, de su funcionamiento. Añadía que, si se pretendía ahora que los alemanes habían destruido esta arma, era preciso que se me dibujara esta arma. Yo rehusaba creer en una "realidad material" desprovista de representación material.
El Holocaust Memorial Museum El 30 de agosto de 1994, visité el Holocaust Memorial Museum de Washington. No encontré allí ninguna representación física de la mágica cámara de gas. Ante cuatro testigos, en su oficina, pedí entonces a Michael Berenbaum, Research Director del museo, que me explicara esta anomalía. Después de un arrebato violento, acabó por responderme que ¡"se había tomado la decisión de no dar ninguna representación física de la cámara de gas nazi"! No trató incluso de invocar la existencia en su museo de una maqueta artística del Crematorio II de Birkenau. Sabía que esta maqueta, que por otra parte no se reproducía en su libro-guía del museo (4), no era más que una creación artística sin relación con la realidad.
El hundimiento exterminacionista Al Sr. Berenbaum tuve la ocasión de recordarle algunos acontecimientos desastrosos para la causa exterminacionista.
En 1968, en su tesis, la historiadora judía Olga Wormser-Migot había reconocido que existía un "problema de las cámaras de gas" y había escrito que Auschwitz I estaba "sin cámara de gas" (¡esta "cámara de gas" visitada por millones de turistas!)(5). En 1983, un británico, por otra parte defensor de la leyenda del exterminio, revelaba cómo Rudolf Höss, antes de testificar ante el Tribunal de Nuremberg, había sido torturado por miembros judíos de la Seguridad militar británica, y después había confesado a fuerza de patadas, de puñetazos, de latigazos, de exposición al frío y de privación de sueño (6).
En 1985, en el primer proceso de Ernst Zündel en Toronto, el testigo Nº 1, Rudolf Vrba, y el historiador Nº 1 de la tesis exterminacionista, Raul Hillberg, se hundieron ante el contrainterrogatorio llevado por el abogado Douglas Christie, al que yo asistí (7).
En 1988, el historiador judio americano Arno Mayer, que afirmaba creer en el genocidio y en las cámaras de gas, escribía: "Sources for the study of the gas chambers are at once rare and unreliable ... Besides, from 1942 to 1945, certainly at Auschwitz, but probably overall, more Jews were killed by so-called 'natural' causes than by 'unnatural' ones" (Las fuentes sobre el estudio de las cámaras de gas son, al mismo tiempo, escasas y no fiables /.../. Dicho eso, de 1942 a 1945, ciertamente en Auschwitz, pero probablemente también en todas partes, las causas llamadas 'naturales' mataron más judíos que las causas 'no naturales'" -subalimentacion, enfermedades, epidemias, agotamiento) (8).
En 1992 Yehuda Bauer, profesor de la Universidad hebrea de Jerusalén, calificaba de "silly" (inepta) la tesis según la cual la decisión de exterminar a los judíos había sido tomada el 20 enero 1942 en Berlín-Wannsee (9).
En 1993, J.C. Pressac evaluaba el número de muertos de Auschwitz (judíos y no judíos) en un total de 775.000 y, en 1994, en una cifra comprendida entre 630.000 y 710.000 (10).
Este mismo año, el profesor Christopher Browning, colaborador de la Encyclopedia of the Holocaust, declaraba: "Höss was always a very weak and confused witness" (Höss siempre fue un testigo muy débil y confuso) y tenía el aplomo de añadir: "The revisionists use him all the time for this reason, in order to try and discredit the memory of Auschwitz as a whole" (Es por lo que los revisionistas lo utilizan todo el tiempo, con el fin de tratar de lanzar el descrédito sobre la memoria de Auschwitz en su totalidad) (11).
En Auschwitz, hasta el comienzo de 1990, todo el mundo podía constatar que, sobre diecinueve placas de metal del gran monumento de Birkenau, estaba inscrito en diecinueve lenguas diferentes que 4.000.000 de personas habían muerto en ese campo; ahora bien, estas placas fueron retiradas hacia abril de 1990 por las autoridades del museo de Auschwitz que, hoy todavía, no saben por qué cifra reemplazar la cifra falsa ante la cual habían venido a inclinarse todos los grandes de este mundo, comprendido el Papa Juan Pablo II.
En apoyo de su tesis, los revisionistas disponen de tres peritajes diferentes (F. Leuchter, G. Rudolf, W. Luftl) e incluso del comienzo de un peritaje polaco; mientras que los exterminacionistas no osan emprender un peritaje del arma del crimen.
Todos los supervivientes judíos de Auschwitz y, en particular, los "niños de Auschwitz", es decir, aquellos que nacieron en el campo o que vivieron allí sus primeros años, son pruebas vivientes de que Auschwitz no pudo ser nunca un campo de exterminio.
No solamente no ha existido ni una orden, ni un plan, ni el menor indicio de una instrucción o de un presupuesto para esta vasta empresa que habría sido el exterminio sistemático de los judíos; no solamente no existe ni un informe de autopsia que establezca la muerte de un detenido por un gas venenoso, ni un peritaje oficial del arma del crimen, sino que tampoco existe ningún testigo de las cámaras de gas a pesar de lo que algunos autores de best-sellers querrían hacernos creer. En La Nuit, testimonio autobiográfico publicado en 1958, Elie Wiesel no menciona ni una sola vez las cámaras de gas de Auschwitz; ¡dice que los judíos eran exterminados en hogueras o en hornos crematorios! En enero de 1945, los alemanes le dejaron escoger, así como a su padre, entre esperar a los soviéticos sobre el terreno o partir hacia el corazón de Alemania. Tras madura reflexión, el padre y el hijo decidieron huir con sus "exterminadores" alemanes antes que esperar a sus liberadores soviéticos. Esto se encuentra con toda claridad en La Nuit, que basta leer con atención (12).
La mentira de Auschwitz En 1980, yo declaraba: "¡Atencion! Ninguna de las 60 palabras de la frase que voy a pronunciar me ha sido dictada por una opinión política: "El pretendido genocidio de los judíos y las pretendidas cámaras de gas hitlerianas forman una sola y misma mentira histórica, que ha permitido una gigantesca estafa político-financiera cuyos principales beneficiarios son el Estado de Israel y el sionismo internacional y cuyas principales víctimas son el pueblo alemán, PERO NO SUS DIRIGENTES, y el pueblo palestino entero".
Hoy, no veo que tenga que retirar una palabra de esta declaración a pesar de las agresiones físicas, a pesar de los procesos, a pesar de las multas que he sufrido desde 1978 y a pesar de la prisión, el exilio o la persecución de tantos revisionistas. El revisionismo histórico es la gran aventura intelectual del fin de siglo. Solamente lamento una cosa: no poder, dentro de los límites de este artículo, encontrar el lugar necesario para rendir homenaje a los cien autores revisionistas que, desde el francés Paul Rassinier y pasando por el americano Arthur R. Butz, el alemán Wilhelm Staglich, el italiano Carlo Mattogno y el español Enrique Aynat, han acumulado sobre la realidad histórica de la segunda guerra mundial tantos trabajos de mérito manifiesto.
Una última palabra: los revisionistas no son ni negadores ni personajes animados de sombrías intenciones. Buscan decir lo que ha pasado. Y no lo que no ha pasado. Son los que anuncian una buena noticia. Continúan proponiendo un debate público, a plena luz, incluso si, hasta aquí, se les ha respondido sobre todo por el insulto, por la violencia, por la fuerza injusta de la ley o también por vagas consideraciones políticas, morales y filosóficas. La leyenda de Auschwitz debe, en los historiadores, dejar lugar a la verdad de los hechos (13).
Notas
1.- Nuit et Brouillard (1955), película en blanco y negro de 32 minutos, incansablemente difundida desde hace cuarenta años en todos los liceos y colegios de Francia, así como en la televisión francesa. Realizador: Alain Resnais. Consejeros históricos: Henri Michel (presidente del Comité de historia de la segunda guerra mundial) y Olga Wormser [más tarde: Wormser-Migot] (los dos habían publicado: Tragédie de la déportation (1940-1945)/ Témoignages de survivants des camps de concentration allemands, Hachette, 1954, 512p., obra coronada en 1955 por la Academia francesa). Texte: Jean Cayrol. Premio Jean Vigo 1956. En esta película se dice que "nada distinguía la cámara de gas (singular) de un bloque ordinario". Se muestra el techo de cemento de la "cámara de gas" "labrado por las uñas" y se añade a este respecto: "incluso el cemento se rasgaba". Se afirma que con los cuerpos "se quiere fabricar jabón". "En cuanto a la piel" de los cuerpos, la imagen nos muestra que los alemanes la curtían. Estas historias de cemento arañado, de jabón humano y de piel curtida por los alemanes son del orden del mito. Al entretenerse la cámara de filmar sobre el paisaje de Birkenau, el comentarista dice: "Nueve millones de muertos atormentan este paisaje". Se pronuncia esta frase hacia el final de la película.
2.- Jacques Billiet, director del Servicio de información de crímenes de guerra, Documents pour servir à l'histoire de la guerre/ Camps de concentration, Office français d'édition, 1945, p.7 (J.Billiet mismo), así como p.196 (serie de informes de la Oficina de investigaciones de crímenes de guerra; estos mismos informes evalúan en 26.000.000 el número de prisioneros de guerra así como de detenidos políticos muertos en todos los campos de Alemania y de los territorios ocupados, p.197). Esta obra fue redactada por Eugène Aroneanu.
4.- "6.000.000 de inocentes pasaron por las chimeneas de los hornos de Auschwitz porque uno de sus ascendientes próximos o lejanos era de religión israelita", escribe Tibère Kremer en su prefacio a un texto atribuido al Dr. Miklos Nyiszli, "SS Obersturmführer Docteur Mengele/ Journal d'un médecin déporté au crématorium d'Auschwitz", Les Temps modernes, mars 1951, p.1655.
5.- Bernard Czardybon, en el proceso de R.Höss en Cracovia, según F.Piper, op. cit., 1992, p.7-8. Para las confesiones atribuidas a los SS, ibidem, p.8. "Auschwitz, donde murieron más de cinco millones de hombres, mujeres y niños, de los cuales el 90% eran judíos" en "Manifestación de recuerdo en París ante el memorial del mártir judío desconocido" (Le Monde, 20 abril de 1978).
6.- Henryk Mandelbaum en el proceso de R.Höss en Cracovia, según F.Piper, op. cit., 1992, p.7.
7.- De 1945 a 1990, es la cifra de 4.000.000 la que tendrá fuerza de ley. Emana de un documento soviético de fecha 6 de mayo de 1945. El documento tuvo, para el Tribunal de Nuremberg, valor de "prueba auténtica" gracias al asombroso artículo 21 del estatuto de este tribunal. Figura en las páginas 241-261 del tomo 39 de los debates y documentos oficiales del Procès des grands criminels de guerre devant le tribunal militaire international, Nuremberg, 14 novembre 1945-1er octobre 1946, editado, en la versión francesa, en Nuremberg, Alemania, de 1947 a 1949; o sea TMI, XXXIX, p.241-261. El original ruso fue traducido al alemán y fue esta traducción al alemán la que fue reproducida en la edición francesa. El resumen, en francés, situado en cabeza del documento, dice en particular: "Más de 4.000.000 de seres humanos traídos de los países ocupados por Alemania fueron matados en el campo [de exterminio de Auschwitz], la mayor parte gaseados desde su llegada" (p.241). En realidad, el documento mismo dice, en alemán: "no menos de 4.000.000" (p.261). Por el número considerable de personas que hicieron suya esta cifra de 4.000.000 o de alrededor de 4.000.000, se podrá, para comenzar, recordar los nombres de los antiguos detenidos Shlomo Dragon, Henry Tauber, Erwin Olszowka, del juez de instrucción Jan Sehn, del procurador Pechalski, del profesor-ingeniero Roman Dawidowski, de los jueces del Tribunal nacional supremo de Polonia, de procuradores de tribunales militares americanos, de toda clase de autores e historiadores y de responsables del Museo estatal de Auschwitz como Kazimierz Smolen, Danuta Czech y Franciszek Piper (según F.Piper, op. cit., 1992, p.7-8, 12-14). "De 4.000.000 de víctimas de Auschwitz, 2.700.000 eran judíos y 1.300.000 no judíos" (Miriam Novitch, La Vérité sur Treblinka, Israel, Beth Lohamei, 1967, p.39). "More than 4,000,000 people perished [in Auschwitz]; almost 3,000,000 of them were Jews" (Rabbi Dr.Moshe Weiss, Former Vice President Mizrachi-Hapoel Hamizrachi, "Yom HaShoah-Holocaust Remembrance", The Jewish Press, April 5, 1991).
8.- De buen o mal grado, los abogados de los acusados del proceso de Nuremberg hicieron causa común a menudo con la acusación. Fue así, por ejemplo, como el Dr.Gustav Steinbauer, abogado de Arthur Seyss-Inquart, declaró el 19 de julio de 1946 ante el tribunal: "Auschwitz devoró, él solo, a 3.500.000 seres humanos, hombres, mujeres y niños" (TMI, XIX, p.55). "Auschwitz: [...] un gran campo de exterminio donde murieron alrededor de 3.500.000 judíos y polacos entre 1940 y 1945" (Dictionnaire de la langue francaise, Hachette, 1991, 1430p.). El año siguiente, la editorial Hachette reducirá esta cifra a 1.000.000 (véase nota 21). "No es posible dar aproximadamente al millar el número exacto de los que murieron en las cámaras de gas de Birkenau (las estimaciones más serias giran alrededor de 3.500.000), pero por exterminio es preciso entender esencialmente el del pueblo judío. El noventa y cinco por ciento de los gaseados de Birkenau eran judíos [...]. Muchos [otros detenidos] también perdieron la vida [...]" (Prefacio de Claude Lanzmann a Filip Müller, Trois ans dans une chambre à gaz d'Auschwitz, Pygmalion/Gérard Watelet, 1980, p.12).
9.- El 5 de abril de 1946, Rudolf Höss, el primero de los tres comandantes sucesivos de Auschwitz, firma en su prisión de Nuremberg, para el teniente coronel americano Smith W.Brochart jr., una declaración jurada en inglés donde declara: "I commanded Auschwitz until 1 December 1943, and estimate that at least 2,500,000 victims were executed and exterminated there by gassing and burning, and at least another half million succumbed to starvation and disease, making a total dead of about 3,000,000" (doc. PS-3868). Diez días más tarde, el procurador adjunto americano (associate trial counsel), el coronel John Harlan Amen, le leerá ante el tribunal extractos del documento PS-3868, como el citado arriba, y le preguntará: "¿Es verdad todo eso, testigo?". R. Höss responderá: "Ja, es stimmt" (Sí, es exacto) (TMI, XI, p.426; IMG, XI, p.458). R.Höss había sido torturado. Ha sido necesario esperar hasta 1983 para obtener, de la boca misma de uno de sus torturadores (judíos pertenecientes a la Seguridad militar británica), las circunstancias y el detalle de las torturas (Rupert Butler, Legions of Death, London, Arrow Books, 1983, página de los Acknowledgements y p.234-238). Sobre este punto y sobre las manipulaciones y fullerías de las que fueron objeto los textos atribuidos a R.Höss de parte del ministerio Público americano, así como sobre revelaciones conexas, véase R.Faurisson, "Comment les Britanniques ont obtenu les aveux de Rudolf Höss, commandant d'Auschwitz", Annales d'histoire révisionniste, primavera 1987, p.137-152 o "How the British Obtained the Confessions of Rudolf Höss", The Journal of Historical Review, invierno 1986-1987, p.389-403. Hasta estos últimos años, R.Höss era tenido por la mayoría de los historiadores del "Holocausto" por el testigo número 1 de los crímenes de Auschwitz (gaseamientos homicidas y número de víctimas). En 1993, uno de estos historiadores, el profesor americano Christopher Browning, solicitado por un periodista británico judío para dar su opinión sobre el artículo de R.Faurisson, acabó por responder: "Höss was always a very weak and confused witness". El mismo profesor no vacilaba en concluir: "The revisionists use him all the time for this reason, in order to try and discredit the memory of Auschwitz as a whole" (Christopher Hitchens, "Whose History is it?", Vanity Fair, diciembre de 1993, p.117). R.Höss dio muchas otras estimaciones diferentes de la de 3.000.000 de muertos hasta el 1 de diciembre de 1943.
10.- "Cuando usted cita la cifra de 1.500.000 judíos, aún falsifica las cifras. Fueron 3.000.000 de judíos los que fueron exterminados en Auschwitz-Birkenau" (David Susskind, presidente del Centro comunitario laico judío de Bruselas, carta publicada en Le Nouvel Observateur, 30 de mayo de 1986, p.29). En un editorial consagrado al asunto de los carmelitas de Auschwitz, Heritage, el mayor semanario judío de California, afirma: "[...] huge quantities of poisonous ZyklonB pellets [...] ended the lives of some Three Million Jews at Auschwitz" (7 de junio de 1993). La afirmación prueba la indiferencia de los redactores de este semanario ante el hecho de que, desde hace tres años ya, la prensa mundial, en su conjunto, había revelado que tal cifra constituía una enorme exageración.
11.- "Consequently, on the basis of my calculations the final death roll in Concentration Camp Auschwitz was 2,500,000": es lo que declara bajo juramento Rudolf Vrba el 16 de julio de 1961 en la Embajada de Israel en Londres para el proceso Eichmann en Jerusalén. R.Vrba tiene el aplomo de añadir que esta cifra se acerca a aquella dada por R.Höss en el proceso de Nuremberg, mientras que este último había estimado el número de muertos en 3.000.000 hasta el 1 de diciembre de 1943, sin dar ninguna evaluación para los catorce meses siguientes. R.Vrba añade: "Thus my estimations of the death roll in Auschwitz, and the estimations of the death roll made by Rudolf Höss, though made independently of each other and using different methods, were nevertheless in good agreement" (Rudolf Vrba y Alan Bestic, I Cannot Forgive, New York, Bantam, 1964, p.269-272).
12.- Es probable que, para el historiador Yehuda Bauer, el total de muertos de Auschwitz sea de 2.000.000 a 4.000.000 visto que escribe, en 1982, a propósito únicamente de los gaseados: "Between April 1942 and November 1944, in addition to the Soviet POWs, the gas extinguished the lives of probably up to 2,000 gypsies (in 1944), a few hundred more Soviet POWs, and between 1,500,000 and 3,500,000 Jews" (A History of the Holocaust, New York, Franklin Watts, 1982, p.215). En 1989, o sea 7 años más tarde, Yehuda Bauer estimará el total de muertos (gaseados o no gaseados) en 1.600.000, de los cuales 1.352.980 judíos (véase nota 16).
13.- Al sargento SS Pery Broad, miembro de la Sección política (llamada "Gestapo") del campo, se le atribuye haber escrito: "¡2.000.000 a 3.000.000 de judíos fueron matados [en Auschwitz]! Además de millares de polacos, rusos, checos, yugoslavos, etc." ("Erinnerungen von Broad", KL Auschwitz in den Augen der SS, Verlag des Staatlichen Auschwitz-Museums, 1973, p.141).
14.- "An SS physician, Friedrich Entress, who served as the camp doctor in 1942-1943, stated that, in his view, 2,000,000 to 2,500,000 people were killed in Auschwitz" (F.Piper, op. cit., 1992, p.8).
15.- "Por prudencia, vamos pues a pararnos en la cifra de 2.000.000 [de muertos en Auschwitz]" (Léon Poliakov, Bréviaire de la haine [en inglés: Harvest of Hate], Calmann-Lévy, 1974 [1951], p.496). "[...] no se sabrá nunca el número exacto de judíos asesinados en las cámaras de gas al bajar de los trenes. La estimación prudente es del orden de 2.000.000" (Georges Wellers, L'Etoile jaune à l'heure de Vichy/ De Drancy à Auschwitz, Fayard, 1973, p.290); al no concernir esta estimación más que al número 1) de judíos, 2) gaseados, 3) a su llegada, es probable que para el autor el número total de personas muertas en todo momento y por cualquier motivo sea muy superior a la cifra de 2.000.000; diez años más tarde, este número total será evaluado por el mismo autor en menos de 1.500.000 personas (véase nota 18). Para Lucy Dawidowicz, la cifra de 2.000.000 parece ser la de judíos gaseados (The War against the Jews/ 1933-1945, New York, Holt, 1975, p.148-149).
16.- "There were never four million victims in Auschwitz [...]. The total number of people who died there [...] was in the neighbourhood of 1,600,000 [...]. The figure for Jews murdered by gassing is 1,323,000, with 29,980 dying in the camp" (Yehuda Bauer, "Auschwitz and the Poles/ Fighting the distortions", The Jerusalem Post, 22 de septiembre de 1989, p.6). El autor dice que ha tenido en cuenta las estimaciones de G.Wellers en 1983, pero transformó el total de 1.471.595 (cifra de G.Wellers) en... ¡1.600.000! Para su propia estimación en 1982, véase nota 12.
17.-Hasta el 3 de abril de 1990, las placas conmemorativas de Auschwitz-Birkenau decían: "Aquí, de 1940 a 1945, 4 millones de hombres, de mujeres y de niños han sido torturados y asesinados por los genocidas hitlerianos". El nuevo texto, puesto a punto después de años de tergiversaciones, es el siguiente: "Que en este lugar donde los nazis asesinaron a 1.500.000 hombres, mujeres y niños, en su mayoría judíos de diversos países de Europa, sea para siempre para la humanidad un grito de desesperación y una advertencia" (Luc Rosenzweig, "Auschwitz, la Pologne et le génocide", Le Monde, 27 de enero de 1995, p.1).
18.-G.Wellers, op. cit., 1983. A comparar con la evaluación del mismo autor en 1973 (véase nota 15).
19.- "Auschwitz [...] Number [of Jews] Killed: 1,000,000 [...]. The number of non-Jews who died in Auschwitz may be estimated on the basis of registrations and transfers at more than 250,000. Most were Poles" (Raul Hillberg, The Destruction of the European Jews, New York, Holmes and Meier, 1985, p.895). Para R.Hillberg, parece que los judíos sean siempre "matados", mientras que los no judíos han "muerto" simplemente.
20.- "At least 1,500,000 people were murdered at Auschwitz-Birkenau" (p.11). "At least 1,100,000 persons were killed or died in the camp. But if this number is regarded as a minimum estimate, what figure can we accept as a hypothetical ceiling? [...] about 1,350,000 [Jews], with the total number of Auschwitz victims reaching about 1,500,000" (p.71-72). La frase de la página 11 figura en una carta insertada en un capítulo firmado por Yisrael Gutman, "Auschwitz ''An Overview''". Las frases de las páginas 71-72 figuran en un capítulo firmado por Franciszek Piper, "The Number of Victims" (Yisrael Gutman and Michael Berenbaum, Anatomy of the Auschwitz Death Camp, op. cit., 1994). Anteriormente, para F.Piper, la cifra de muertos de Auschwitz era de 4.000.000 (véase nota 7).
21.- "The figure of 4,000,000 victims is now recognized as "emotional" and should really [be] more in the order of 1,000,000" (Jean-Claude Pressac, Auschwitz: Technique and Operation of the Gas Chambers, New York, Beate Klarsfeld Foundation, 1989, p.264). "Auschwitz [...] donde murieron alrededor de 1.000.000 de judíos y de polacos entre 1940 y 1945" (Le Dictionnaire des noms propres, Hachette, 1992). Para la evaluación de J.-C.Pressac en 1993, véase nota 23 y, para su evaluación en 1994, véase nota 24. Para la evaluación de un diccionario editado por Hachette en 1991, véase nota 8.
22.- "The stark and inescapable fact that 800,000 to 900,000 human beings perished in Auschwitz, its gas chambers and its camps" (Gerald Reitlinger, The Final Solution, London, Sphere Books, 1971 [1953], p.500).
23.- "Total de muertos: 775.000 [pero esta cifra] puede comportar lagunas. Por eso hay que retener actualmente la cifra global de 800.000 víctimas" (Jean-Claude Pressac, Les Crématoires d'Auschwitz/ La Machinerie du meurtre de masse, éditions du CNRS [Centre national de la recherche scientifique], 1993, p.148). Para la evaluación de J.-C.Pressac en 1989, véase nota 21 y, para su evaluación en 1994, véase nota 24.
24.- "Total de muertos: 631.000-711.000; [...] se evalúa el número de víctimas en 630.000 a 710.000" (traducción al alemán de la obra precedente: Die Krematorien von Auschwitz/ Die Technik des Massenmordes, Munich, Piper, 1994, p.202). Para la evaluación de J.-C.Pressac en 1989, véase nota 21 y, para su evaluación en 1993, véase nota 23.
25.- Véase F. Piper, op. cit., 1992, p.12-13; las referencias al proceso Höss son facilitadas por el autor.
26.- Thomas Grotum, Jan Parcer, "Computer-aided Analysis of the Death Book Entries", Sterbebücher von Auschwitz/ Death Books from Auschwitz/ Ksiegi zgonow z Auschwitz, editado por Staatliches Museum Auschwitz-Birkenau, 3 tomos, Munich, Saur Verlag, 1995, I, p.203-231.
27.- En 1983, G. Wellers no imputaba ni a los polacos, ni a los rusos, ni a los comunistas esta mentira o este error de dimensiones espectaculares. Escribía: "Desde hace algunos años, habiendo comprendido las dificultades de este problema, y habiendo recobrado la lucidez de juicio, se evita avanzar cifras, pero se sabe que 4.000.000 de muertos en Auschwitz es una cifra exagerada, debido al traumatismo, al choque natural, inevitable que dominaba el psiquismo de los supervivientes durante los primeros años después del fin de la guerra, después del fin de la pesadilla"(*) (G.Wellers, op. cit., 1983, p.138-139). G.Wellers acusaba a los "supervivientes", sin recordar su propia "estimación prudente" de 1973 (véase nota 15). En 1989, Y.Bauer acusa a los "official Polish propagandists"; dice que "some Poles disseminate the wrong figures [...] in order to create a national myth"; denuncia "the Poles' concept of themselves as the crucified nation, the real sufferers of Europe" ("Auschwitz and the Poles/ Fighting the distortions", The Jerusalem Post, 22 de septiembre de 1989, p.6). "The figure propagated by the Communist regime was that 2,000,000 Jews and 2,000,000 non-Jews, mainly Poles, were killed" (Ben Helfgott, Chairman of Yad Vashem Charitable Trust, London, The Independent, 3 de agosto de 1990). "The communists tried to "de-Judaize" Auschwitz [...], said Lerman who is also a member of the International Council of the State Museum of Auschwitz" ("The Polish communists' false Auschwitz story", The Philadelphia Inquirer, 29 de marzo de 1992, p.A1, 10). Luc Rosenzweig acusa a "la vulgata nacional-comunista" ("Auschwitz, la Pologne et le génocide", Le Monde, 27 de enero de 1995, p.1).
28.- Véase nota 25. Además, se observará, en nuestra lista recapitulativa de las diversas estimaciones, que los judíos mismos han indicado a menudo como número de sus correligionarios muertos en Auschwitz cifras superiores a la de 1.500.000. No tienen pues derecho a imputar sus propias exageraciones a no judíos.
29.- "In memory of the millions of Jews martyrs and fighters exterminated at the Auschwitz-Birkenau camp by the Hitlerian race murderers, 1940-1945". Esta inscripción figuraba sobre un monumento construido, según J.-C.Pressac, durante el invierno 1963-1964 y más tarde (?) fue eliminada [subsequently removed] (J.-C.Pressac, Auschwitz: Technique and Operation of the Gas Chambers, New York, Beate Klarsfeld Foundation, 1989, p.262-263).
30.- "I feel reasonably secure in placing the total in the range of 100,000-150,000, probably closer to the former [...]. The number of Jewish dead of natural causes at Auschwitz seems less than 100,000" (Arthur R.Butz's review of Why Did the Heavens not Darken? The "Final Solution" in History, by Arno J.Mayer, The Journal of Historical Review, otoño de 1989, p.369-370; véase también "Some Thoughts on Pressac's Opus/ A Response to a Major Critique of Holocaust Revisionism", Ibidem, May/June 1993, p.26).
Fuente: Robert Faurisson: "Combien de morts à Auschwitz?" (18 décembre 1995)
NOTAS de AUSCHWITZ: LOS HECHOS Y LA LEYENDA
(1) Esta cifra de 150.000 muertos corresponde probablemente al número de asesinados en el más grande "crematorio para vivos" del mundo: el del bombardeo de Dresde, "la Florencia del Elba", en febrero de 1945, por los aviadores angloamericanos.
(2) Durante la primera guerra mundial, los Aliados acusaron a los alemanes de utilizar iglesias como cámaras de gas y de hacer funcionar "fábricas de cadáveres". Sobre el primer punto, véase "Atrocities in Serbia. 700 Victims" (The Daily Telegraph, 22 de marzo de 1916, p. 7) a comparar con "Germans Murder 700 Jews in Poland. Travelling Gas Chambers" (The Daily Telegraph, 25 de junio de 1942, p.5)
(3) Auschwitz: Technique and Operation of the Gas Chambers, New York, Beate Klarsfeld Foundation, 1989.
(4) The World Must Know. The History of the Holocaust As Told in the US Holocaust Memorial Museum, Boston, Little, 1993, p.137-143.
(5) Le Système concentrationnaire nazi (1933-1945), Presses Universitaires de France, 1968, p. 157, 541-545.
(6) Rupert Butler, Legions of Death, London, Arrow, 1983, pagina de los acknowledgements y p. 234-238.
(7) Barbara Kulaszka, Did Six Million Really Die? Report of the Evidence in the Canadian "False News" Trial of Ernst Zündel - 1988, Toronto, Samisdat Publishers, 1992 véase el índice "Vrba, Rudolf" y "Hillberg, Raul".
(8) The "Final Solution" in History, New York, Pantheon, 1988, pgs. 362, 365.
(9) "Wannsee's importance rejected", Jewish Telegraphic Agency, The Canadian Jewish News, 30 de enero de 1992.
(10) Les Crématoires d'Auschwitz, CNRS editions, 1993, p. Die Krematorien von Auschwitz, Munich, Piper Verlag, 1994, p.202.
(11) Christopher Hitchens, "Whose History is it?", Vanity Fair, diciembre 1993, p. 117.
(12) La Nuit, éditions de Minuit, 1958, p. 128-130. Es de destacar que en la edición alemana de esta célebre obra, las palabras "crematorio(s)" u "hornos crematorios" han sido sistemáticamente reemplazadas por la palabra "cámara(s) de gas" (en alemán: "Gaskammer(n)") a fin de poner gas allí donde E. Wiesel, en 1958, había olvidado ponerlo (Die Nacht zu begraben, Elischa, traduccion de Curt Meyer-Clason, Ullstein, 1962).
(13) Para las publicaciones revisionistas en francés, véase RHR (BP 122, 92704 Colombes Cedex) y, para aquellas en inglés o en alemán, Samisdat Publishers (206 Carlton Str., Toronto, Ont. M5A 2Ll, Canadá) o Institute for Historical Review (P.O. Box 2739, Newport Beach, California 92 659, USA). Para las españolas: NS-Mundo, No. 79, julio de 1996: Centro Unitario, RB, Apartado de Correo, 14010, Barcelona, España.
Dirección electrónica de la fuente de este Anexo documental: http://www.abbc.net/aaargh/espa/
Índice - Introducción - Capítulo 1º - Capítulo 2º - Capítulo 3º - Capítulo 4ºCapítulo 5º - Capítulo 6º - Capítulo 7º - Anexo al Capítulo 7º - Epílogo